Author: MANA TV
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DIOS CAUTIVA

“Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os entregarán” (1 Samuel 23:12)
David recibió la noticia de que Keila estaba siendo atacada por los filisteos y bajo la Guía de Dios se dirigió hacia esa ciudad para liberarla. Estando allí Saúl decidió sitiar la ciudad para atraparlo. Fue entonces cuando David consultó al Señor al respecto y su respuesta fue triste y contundente... los vecinos de Keila iban a traicionarlo. Dolido y defraudado se ocultó en el desierto de Zif donde “lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos” (1 Samuel 23:14). Fue en ese tiempo de exilio forzado cuando escribió el Salmo 31...
En primer lugar comparte una Afirmación...
“En ti, oh Jehová, he confiado, no sea yo confundido jamás;... Porque tú eres mi roca y mi castillo... Pues tú eres mi refugio. En tu mano encomiendo mi espíritu...” (Salmos 31:1-8)
El Salmo 31 se destaca por la repetición de los pronombres “tú” o “ti” al referirse a Dios. Esta manifestación de la presencia y compañía de Dios en el canto de David nos demuestra cual era la seguridad que afirmaba su corazón...
Decir acerca de Dios, “tu justicia”, “tu oido”, “se tú mi roca fuerte”, “tu eres mi roca”, “por tu nombre”, “tu eres mi refugio”, “en tu mano”, “tu mes has redimido” y otras mas, implica reconocer que fuera de Dios no hay nada que pueda brindar seguridad en nuestra necesidad...
Luego expresa su Angustia...
“Ten misericordia de mi, oh Jehová, porque estoy en angustia… He venido a ser como un vaso quebrado...” (Salmos 31:9-13)
El impacto de la preocupación y la amargura era evidente en David ya que lo afectaba en cuerpo y alma. Cuando el dice: “mi vida se va gastando de dolor” expresa un sentimiento profundo que se proyecta en el tiempo; es decir, no es el dolor del momento sino aquel que acompaña hasta el fin de los días...
Más adelante manifiesta su Alivio...
“Mas yo en ti confío, oh Jehová; digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos... ¡Cuan grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen...!” (Salmos 31:14-20)
Charles Spurgeon escribió en referencia a este texto lo siguiente: “David proclamó en voz alta su decisiva fidelidad a Dios. No era un creyente de los que continúan cuando todo va viento en popa. Podía hacer uso de su fe y envolvérsela alrededor del cuello para protegerle y evitar las inclemencias. El que puede decir lo que dijo David, no tiene por que envidiar la elocuencia de Cicerón. “Tú eres mi Dios” es más dulce que todas las demás palabras que pueda formular el habla humana”
Finalmente aconseja una Aplicación...
“Bendito sea Jehová... Amad a Jehová, todos vosotros sus santos… Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón” (Salmos 31:21-24)
Si los santos no aman al Señor… ¿quién lo hará?. Dice Juan: “Nosotros le amamos El, porque El nos amó primero” (1 Juan 4:19), y es Su Amor lo que llena de aliento a nuestro corazón...
Recordemos: El desierto de la angustia se transforma en el Jardín del Edén por la Presencia de Dios...

DIOS CONTROLA

Josh Mac Dowell en su libro “La Nueva Tolerancia” comparte entre otros el siguiente ejemplo de los días que estamos viviendo:
“Un estudiante de cuarto grado, Raymond Raines, cometió el error de inclinar su cabeza a la hora del almuerzo para decir una oración silenciosa. Ese hecho, sin embargo, trajo como resultado un viaje a la oficina del director, y un aviso de que si trataba de orar otra vez –aunque fuera en silencio- sería disciplinado”
En un mundo cada vez más hóstil hacia la Verdad sencilla del Evangelio, quienes creemos debemos encontrar nuestra seguridad en El Señor.
El Salmo 2, pertenece a la categoría de los “Salmos Mesiánicos” es decir aquellos que proféticamente hablan del Señor Jesucristo... en él encontramos palabras de advertencia y consuelo...
En primer lugar nos revela un Conflicto...
“¿Por qué se amotinan las gentes y los pueblos piensan cosas vanas?... Se levantarán los príncipes de la tierra… contra Jehová y contra su Ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros sus cuerdas” (Salmo 2:1-3)
Alguien escribió: “Habría de esperarse que una Bendición tan grande para este mundo fuese universalmente bienvenida. Sin embargo, no hubo jamás una doctrina, o una escuela de filósofos, ni gobierno alguno de este mundo que haya sufrido una oposición tan violenta como la doctrina y el gobierno de Cristo”
En segundo lugar nos revela Quien está en Control...
“El que mora en los cielos se reirá... luego hablará en su furor y los turbará en su ira. Pero yo he puesto mi rey, sobre Sion, mi santo monte” (Salmo 2:4-6)
La respuesta de Dios es categórica... los hombres pueden despreciarlo pero El aún está en Control y Su Plan se llevará a cabo aunque el hombre no esté de acuerdo...
En tercer lugar nos revela una Confirmación...
“Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú, Yo te engendré hoy…” (Salmo 2:7-9)
El Mesías prometido no solo sufriría en una Cruz para redimir al ser humano, sino que le ha sido dado el Reino y ante El se doblará toda rodilla (Filipenses 2:5-11)
Y en cuarto lugar nos revela un Consejo...
“Admitid amonestación… Servid a Jehová... Honrad al Hijo... Bienaventurados todos los que en El confían” (Salmo 2:10-12)
El bienestar espiritual se encuentra en El Señor... despreciarlo implica seguir un rumbo incierto por la Eternidad...
Recordemos: Dios sigue siendo Dios... aunque no queramos verlo...

DIOS CIMENTA

“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican” (Salmos 127:1)
Una buena costumbre que practicaban los judíos en días de David era la de dedicar a Dios la casa que habían construido para su vivienda. Aparentemente el Salmo 30 fue compuesto con motivo de la inauguración de la propiedad de David mencionada en 2 Samuel 5:11 (“edificaron la casa de David”).
Este acontecimiento seguramente le sirvió al salmista para meditar en diferentes sucesos de su vida hasta ese momento y darse cuenta que El Señor le había dado todo lo que podía disfrutar...
Primeramente se deja llevar por los Recuerdos...
“Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado… Jehová Dios mío, a ti clamé y me sanaste... hiciste subir mi alma del Seol...” (Salmos 30:1-3)
Samuel Chandler explica claramente el sentido de este pasaje: “El verbo usado en el original denota movimiento recíproco de cubos en un pozo, uno que desciende y otro que sube, y viceversa; y es aplicado aquí con propiedad admirable para indicar la reciprocidad y cambio en las fortunas de David según se describen en este Salmo, como la prosperidad y la adversidad”
David podía recordar como los vaivenes de la vida le llevaron a extremos peligrosos, pero ahora es “exaltado” y El Señor hizo “subir” su alma del Seol dándole la respuesta a su clamor. Este era un motivo suficiente para alabar a Dios en el día de su bendición...
Luego considera las Responsabilidades del Pueblo de Dios...
“Cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad. Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida...” (Salmos 30:4-5)
Antes las evidencias de Su Gracia como pueblo de Dios solo nos queda “celebrar la memoria de su santidad” es decir “el recuerdo de Su Santo Nombre”.
¿Cómo se manifiesta la Gracia de Dios?... David utiliza dos imágenes muy nítidas:
Su ira dura un solo momento, pero su Favor toda la vida
Por la noche nos visita el llanto, pero a la mañana viene la alegría
También dedica un tiempo a importantes Reflexiones...
“En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido... A ti, oh Jehová, clamaré... ¿Qué provecho hay de mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo?...” (Salmos 30:6-10)
En un momento David pensó que su prosperidad era su refugio pero cuando llegó la adversidad comprendió que su único Refugio es El Señor...
Y por último eleva una nota de Regocijo...
“Has cambiado mi lamento en baile, desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía... Jehová, Dios mío, te alabaré para siempre” (Salmos 30:11-12)
La respuesta de Dios desató el júbilo en David. El tiempo de celebrar es la consecuencia de entender el accionar de Dios en nuestras vidas y llegar al punto de darle la Gloria por todo lo que recibimos de Su Mano Amorosa...
Recordemos: Entender Su Gracia nos motiva a darle Gloria...

DIOS COMPRÒ

“Decían los antiguos que hay una espina en el pecho del ruiseñor que le hace cantar. De la misma manera las aflicciones de David dan elocuencia a los Salmos” (Charles Spurgeon)
Al escribir el Salmo 28, David comienza en un tono de lamento pidiéndole a Dios que le libre de sus enemigos para quienes espera un juicio justo. Ese tono de urgencia se transforma en la segunda parte del salmo en un canto de victoria y esperanza por el cuidado que encuentra en El Señor. Como dice Spurgeon, es evidente que David expresaba en estas canciones sus temores y angustias como un medio para liberarse de ellos y terminar de esa manera alabando a Dios en Quien tenía puesta su confianza...
Comienza el salmo con un Clamor...
“A ti clamaré, no te desentiendas de mi… Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti... No me arrebates juntamente con los malos...” (Salmos 28:1-5)
David decía literalmente y en tiempo presente: “A ti estoy clamando”, dando a entender la urgencia de su alma ya que se encontraba como quien está pronto a hundirse o en un grave aprieto. “Clamar” significa: “Lamentarse, suplicar, gemir, reclamar o gritar”. Es la oración que nace de la desesperación; como Pedro quien “al ver el fuerte viento, tuvo miedo y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor sálvame!” (Mateo 14:30)
Su pedido es por demás expresivo: “No te desentiendas de mí”, lo cual significa, “No estés sordo ante mi clamor”. Ante esto cabe una pregunta: ¿Dios puede desentenderse de nosotros si clamamos a El sinceramente?. Spurgeon decía que “su silencio llena de temor al ansioso suplicante”, pero no debemos confundir silencio con desentendimiento. Dios está atento a nuestro clamor como lo estuvo ante el clamor de David...
Continúa expresando una nota de Confianza...
“Bendito sea Jehová, que oyó la voz de mis ruegos. Jehová es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón, y fui ayudado...” (Salmos 28:6-7)
Las dudas y la preocupación se transforman en alegría, bendición y seguridad... David afirma que:
Dios oye la oración: “oyó la voz de mis ruegos” (Salmos 28:6)
Dios protege al necesitado: “es mi fortaleza y escudo” (Salmos 28:7a)
Dios no defrauda al que confía en El: “En él confió mi corazón y fui ayudado” (Salmos 28:7b)
Dios transforma la angustia en alegría: “se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré” (Salmos 28:7c)
Concluye el Salmo afirmándose en el Cuidado de Dios...
“Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido..” (Salmos 28:8-9)
David va mas allá de sus circunstancias personales para enfocarse en la realidad y necesidad del Pueblo de Israel. Como dijera Mathew Henry: “Jehová es la fortaleza (es decir, la fuerza) de su pueblo, no solo mía, sino de todo creyente”
Para referirse al Pueblo utiliza el concepto “bendice a tu heredad” (Salmos 28:9), lo que nos recuerda que quienes creemos somos según Pedro: “pueblo adquirido por Dios” (1 Pedro 2:9). Esta frase nos brinda la idea de alguien que compró un terreno y luego lo cercó para que ningún intruso pueda tomar posesión de él. Nosotros somos estamos parados sobre este “terreno” y todo lo que somos pertenece a Dios como perpetua heredad porque El nos rescató con “la sangre preciosa de Cristo” (1 Pedro 1:19).
Recordemos: Dios no desprecia, ni abandona aquello que le costó tan alto precio...

DIOS CUIDA

En 2 Samuel 15:30 encontramos una imagen muy gráfica y desoladora...
“Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos”
¿Qué había sucedido para que el Gran Rey David estuviera pasando por esta crisis tan profunda?... Sencillamente, su propio hijo Absalón con la ayuda de algunos antiguos consejeros reales había usurpado el trono. En ese tiempo tan difícil David escribió varios Salmos entre ellos el Salmo 3...
En primer lugar define el Peligro...
“¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!... Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios” (Salmo 3:1-2)
Esta era su realidad cotidiana en esa época de su vida; sus enemigos querían su muerte, lo más triste era que su propio hijo encabezaba este siniestro grupo...
En segundo lugar presenta al Protector...
“Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde su monte santo” (Salmo 3:3-4)
Spurgeon dijo: “¡Oh, que tengamos la Gracia de ver nuestra Gloria Futuro en medio del oprobio presente!”
Cuando dicen: “No hay para él salvación”
David responde: “Tú eres mi escudo... el que levanta mi cabeza”
Pablo en Romanos 5:3 dice: “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones...”
En tercer lugar nos muestra su Paz...
“Yo me acosté y dormí, y desperté porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, que pusieren sitio contra mí...” (Salmo 3:5-6)
La consecuencia directa de confiar en el Cuidado de Dios es la Paz que “sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:7)
Por último eleva su Pedido…
“Levántate, Jehová, sálvame, Dios mío... La salvación es de Jehová; sobre tu pueblo sea tu bendición” (Salmo 3:7-8)
W. M. Cowper escribió: “No importa quiénes sean nuestros enemigos, por más que sean legiones en cuanto al número; en cuanto al poder, principados; en sutileza, serpientes; en crueldad, dragones; en ventaja de emplazamiento, príncipes del aire; en cuanto a malicia, maldades espirituales; más fuerte es el que está con nosotros que los que están contra nosotros; no hay nada que nos pueda separar del amor de Dios. En Cristo Jesús nuestro Señor seremos más que vencedores”
Recordemos: El lugar más seguro del Universo son los Brazos de Dios...

DIOS CALMA

El Tercer Salmo es conocido como el “Salmo Matutino”, pero el Cuarto, por su contenido podría llevar el título de “Salmo Vespertino”
El Salmo 4 comienza con un Clamor...
“Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar…” (Salmo 4:1)
La frase “cuando estaba en angustia” da la idea de sufrir una atadura o presión extrema. En ese caso David declara que: “Tú me hiciste ensanchar”. Es en base a esta seguridad que eleva su clamor al Señor… Si El lo hizo una vez, puede volverlo a hacer…
Continúa con una Confrontación...
“Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Sabed que Dios ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a El clamare” (Salmo 4:2-3)
Crisóstomo dijo una vez que: “si él fuera el hombre más apto del mundo para predicar un sermón a todo el mundo congregado a su alrededor para escucharle, y si tuviera una alta montaña como púlpito desde la cual pudiera tener a todo el mundo ante su vista, y estuviera provisto de una voz de bronce, una voz que resonara como las trompetas del arcángel, de modo que todo el mundo pudiera escucharle, escogería como texto de su sermón este de los Salmos: “Oh mortales, ¿Hasta cuándo amaréis la vanidad y buscaréis la mentira?”
Más adelante ofrece un Consejo...
“Temblad y no pequéis. Meditad en vuestro corazón… Ofreced sacrificios... Y confiad en Jehová” (Salmo 4:4-5)
Spurgeon dijo: “Cuantos hay que invierten el consejo y pecan, pero no tiemblan. Oh, si los hombres siguieran el consejo de este versículo y meditaran en sus corazones”
Luego agrega una Comparación...
“Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?... Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto” (Salmo 4:6-7)
Alguien escribió: “Es mejor sentir el favor de Dios una hora en nuestras almas que estar sentado durante edades bajo el sol más cálido que ofrece este mundo”
En consecuencia manifiesta su Confianza...
“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado” (Salmo 4:8)
Como dice el mismo David en el Salmo 37:5… “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en El; y El hará...”
Recordemos: La paz se asocia al descanso cuando nuestra alma espera en El Señor...

DIOS CONSIDERA

“La meditación es el mejor comienzo de la oración, y la oración es la mejor conclusión de la meditación” (George Swinnock)
El Salmo 5 es la expresión de un corazón necesitado de respuestas de parte de Dios; en él encontramos:
Primeramente un Clamor...
“Escucha, oh Jehová mis palabras, considera mi gemir. Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a Ti oraré” (Salmo 5:1-2)
Charles Spurgeon dijo: “Las palabras no son la esencia, sino sólo el ropaje de la oración”
David va delante de Dios mostrando urgencia espiritual como puede verse en las expresiones: “mis palabras”, “mi gemir” y “mi clamor”. Martín Lutero refiriéndose a este pasaje escribió: “Es como si dijera: no puedo expresarme ni hacerme entender como quisiera; por tanto, oh Dios, entiende mis sentimientos mejor de lo que soy capaz de expresarlos en palabras”
El siguiente versículo además de ser conocido, es muy expresivo:
“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de Ti, y esperaré” (Salmo 5:3)
La mejor manera de explicar este texto es la siguiente: “Colocaré mi oración en el arco y lo dirigiré hacia el Cielo, y luego, cuando dispare la flecha, miraré para ver adonde ha ido a parar”. La idea es “ordenaré mi oración” o “pondré en orden de batalla mis oraciones”
Luego descubrimos la declaración de una Conducta...
“Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad…” (Salmo 5:4-6)
Es bien claro que Dios no escuchará al malo lo cual David sabe muy bien y lo tiene en cuenta a la hora de evaluar su andar…
Sigue hablándonos de un Camino...
“Endereza delante de mí tu camino” (Salmo 5:7-8)
Hay un momento donde necesitamos descubrir que debe ser “su camino” y no el nuestro el que recorramos cada día...
Después plantea un Castigo...
“Castígalos, oh Dios; caigan en sus propios consejos...” (Salmo 5:9-10)
Lo peor que le puede pasar al hombre es que Dios le deje hacer según sus deseos personales...
Por último expresa una nota de Confianza...
“Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo...” (Salmo 5:11-12)
La Promesa del cuidado de Dios es ampliada por la frase: “Como un escudo lo rodearás de tu favor” (Salmo 5:12)
Recordemos: Dios conoce nuestros sentimientos y escucha nuestras palabras… cuando le buscamos no nos hace a un lado...

DIOS SE COMPADECE

El Salmo 6 es el primero de los llamados “Salmos Penitenciales” porque expresan pena, humillación y aborrecimiento de los pecados cometidos...
En el encontramos a salmista manifestando profundas cargas personales pero dejando en claro que su seguridad en medio de las circunstancias adversas se encuentra en Su Dios...
En primer lugar encontramos la Condición del salmista...
“Jehová no me reprendas en tu enojo... Ten misericordia de mi,... porque estoy enfermo... Mi alma también está muy turbada... libra mi alma... Me he consumido a fuerza de gemir... Mis ojos están gastados de sufrir...” (Salmo 6:1-7)
Es evidente que estaba afectado en todas las áreas de su vida:
Físicamente: “estoy enfermo... mis huesos se estremecen... me he consumido a fuerza de gemir... mis ojos están gastados...”
Anímicamente: “Mi alma está muy turbada... todas las noches inundo mi lecho con lágrimas...”
Espiritualmente: “libra mi alma... sálvame por tu misericordia”
Archibald Symson escribió: “Al presentarte delante de Dios, el argumento más poderoso que puedes usar es tu necesidad, tu pobreza, lágrimas, miseria, impotencia y confesarla delante de Él, lo cual te abrirá la puerta y te proveerá de todas las cosas que Él tiene”
Luego explica la Causa de su situación...
“Mis ojos... se han envejecido a causa de mis angustiadores. Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad... Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos...” (Salmo 6:7-10)
Personas especificas producían un daño especifico que afectaba íntegramente David... Nosotros tampoco estamos exentos de este peligro, ya que a veces nuestro dolor interno es el resultado de cosas que otros adrede o por ignorancia nos han hecho...
En todo este tiempo complicado el salmista eleva una nota de Certeza...
“Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. Jehová ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración...” (Salmo 6:8b-10)
Alguien dijo: “El lloro tiene una voz, y como la música sobre el agua suena a mayor distancia y más armoniosamente que sobre la tierra, así también las oraciones, unidas a las lágrimas, claman más alto a los oídos de Dios, y suenan más dulces que cuando están ausentes las lágrimas”
Recordemos: Del pozo de la desesperación nos saca una escalera regada de lágrimas...

DIOS COMPLETA

“Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó. E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva trató de matar a David; más Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató...” (2 Samuel 21:15-17)
La tradición judía dice que David escribió el Salmo 27 después de este evento peligroso. Los años habían pasado y su vigor no era el de los días de su juventud cuando enfrentó victorioso a Goliat. Inclusive después de esto sus hombres le recomendaron: “Nunca mas de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel” (2 Samuel 21:17)
Comienza el salmo expresando su Privilegio...
“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?... Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado... Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal...” (Salmos 27:1-6)
La pregunta de David tiene la respuesta implícita, ya que si Dios es Luz, Salvación y Fortaleza no hay nada que temer aunque arrecien los enemigos más poderosos...
“Allí donde no hay confianza en Dios, no habrá permanencia de contacto con Dios. Cuando el viento de la fe deja de hinchar las velas, el barco de la obediencia deja de surcar los mares” (W. Secker)
“En el día que temo, yo en ti confío” (Salmos 56:3)
Luego comparte ante Dios sus Problemas esperando su ayuda para enfrentarlos...
“Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;... Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré... Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación...” (Salmos 27:7-12)
Los problemas pueden ser un medio que Dios utiliza para que le conozcamos. Un autor escribió lo siguiente: “El esta dispuesto a abrirse y dejarse ver... Dios no nos mantiene a distancia como algunos emperadores, que creen que la presencia disminuye el respeto. Dios no es esa clase de Dios, sino que puede ser buscado... Cuanto más le conocemos, mas hallamos en El para admirar. Buscad mi rostro. El desea revelarse a nosotros” (R. Sibbes)
Por último manifiesta el valor de la Perseverancia...
“Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová” (Salmos 27:13-14)
Esta expresión de confianza está fundamentada en la certeza que brinda el conocer a Dios en profundidad. Esperar en Dios basados en el conocimiento de Su Carácter nos da la tranquilidad de que de lo Bueno solo puede salir algo bueno...
“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían” (Nahum 1:7)
Charles Spurgeon escribió al referirse a la frase “espera a Jehová”: “Espera a su puerta en oración; espera a sus pies con humildad; espera a su mesa con servicio; espera a su ventana con expectación”
Recordemos: No estamos libres de problemas, pero con Dios podemos ser libres de temores...

DIOS CORONA

Sobre el Salmo 8, la mayoría de los eruditos coinciden en que pertenece a los primeros años de la vida de David, donde refleja sus experiencias como pastor… En este Salmo, David describe diferentes aspectos de Dios
Primeramente describe Su Gloria...
“¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos; de la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo” (Salmo 8:1-2)
David expresa que la Gloria de Dios es mejor comprendida por los más débiles, como dice el Señor en Mateo 11:25...
“En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños”
También describe Su Gobierno...
“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites” (Salmo 8:3-4)
David expresa algo así: “¿Qué es el hombre, el ser humano en su debilidad física y moral, para que tomes nota de él, de sus actos y quehaceres?”
La frase “lo visites” se asemeja a la visita de un amigo, lo cual enfatiza el hecho de que a pesar de ser Soberano, Dios se interesa por nosotros…
Luego describe Su Generosidad...
“Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar” (Salmo 8:5-8)
David expresa en la frase “poco menor” que por su cuerpo mortal el hombre es como los demás seres vivientes, pero por su espíritu inmortal, es semejante a los ángeles…
Finalmente describe Su Grandeza...
“¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!” (Salmo 8:9)
Los Cielos no pueden contener la Grandeza de Dios y como el Apóstol Pablo afirma, “las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas” (Romanos 1:20)
“Pide a Isaías: ¿Qué es el hombre?, y contesta: ´El hombre es hierba...´ (40:6). Pregunta a David: ¿Qué es el hombre? Y te contesta: ´El hombre es una mentira´(Salmo 62:9)… La naturaleza pecaminosa del hombre es enemiga de la naturaleza de Dios, y quisiera arrancar a Dios del Cielo; y a pesar de ello, Dios está elevando al hombre al Cielo; el pecado quisiera disminuir al Gran Dios, y, a pesar de ello, Dios engrandece al hombre pecador” (Jos Caryl)
Recordemos: Dios enaltece a aquel que reconoce su bajeza y necesidad espiritual...

DIOS CONTEMPLA

Acerca del Salmo 10 Martín Lutero dijo: “No hay, a juicio mío, un solo Salmo que describa la mente, las costumbres, las obras, las palabras, los sentimientos y el destino del impío con tanta propiedad, plenitud y luz como este Salmo”
David expresa primeramente su Necesidad personal...
“¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación? Con arrogancia el malo persigue al pobre...” (Salmo 10:1-2)
La tribulación es el tiempo para afirmar nuestra confianza en Dios. David se siente desolado por la maldad que le rodea y clama al Señor en busca de respuesta...
Luego denuncia la Necedad de los pecadores...
“El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Sus caminos son torcidos en todo tiempo… Dice en su corazón: No seré movido jamás; nunca me alcanzará el infortunio...” (Salmo 10:3-11)
Muchas frases describen la actitud del pecador ante Dios y las personas:
Es sensual: “se jacta del deseo de su alma” (v3)
Es sacrílego: “desprecia a Jehová” (v3b) “no busca a Dios” (v4)
Es siniestro: “Sus caminos son torcidos” (v5)
Es soberbio: “Dice en su corazón: No seré movido jamás” (v6)
Es simulador: “Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude” (v7)
Es solapado: “Sus ojos están acechando al desvalido” (v8)
Como contraste David declara la Naturaleza de Dios...
“Levántate, oh Jehová, alza tu mano... A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano... Jehová es Rey eternamente y para siempre... El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído...” (Salmo 10:12-18)
Por un lado pide a Dios que se manifieste a favor de su pueblo apelando:
A la grave afrenta de los pecadores contra El (v13)
A la dependencia de los pobres en El (v14)
Al final dice: “A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra” (v18). Se refiere al hombre hecho de tierra por la Mano de Dios. Alguien dijo en referencia a esta frase: “El que nos protege es el Dios de los Cielos; el que nos persigue es el hombre de la tierra”
Recordemos: Las Bendiciones del Cielo superan en creces a las aflicciones de la tierra...

DIOS CONSUELA

“El mundo se maravilla de cómo podemos estar tan contentos bajo desgracias tan extremas; pero nuestro Dios es Omnipotente, El vuelve la desgracia en felicidad” (John Trapp)
El Salmo 13 comienza con una amarga lamentación pero termina expresando confianza y alabanza a Dios. No se sabe en que ocasión fue escrito por David, pero es evidente que se trataba de un período de mucha presión y angustia.
En primer lugar manifiesta su Preocupación...
“¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mi?...” (Salmo 13:1-2)
El Apóstol Pedro recordando la herencia reservada en los Cielos para los que creemos decía:
“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas” (1 Pedro 1:6)
Las pruebas son “diversas” o “de diferentes colores”, pero la Gracia según 1 Pedro 4:10 es “multiforme” que significa también “de diferentes colores”, por lo tanto, si sufrimos de cierta manera Dios provee consuelo especifico para esa necesidad. Dios preparó Gracia multicolor para cubrir el dolor que también es multicolor...
Luego David eleva una Plegaria...
“Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío...” (Salmo 13:3-4)
Carlos Spurgeon dijo acerca de la oración:"Buscar auxilio de un Ser Sobrenatural en tiempo de aflicción es un instinto de la naturaleza. Creo en la veracidad de este instinto, y en que el hombre ora por cuanto hay algo en la oración. Así cuando El Creador le da a su criatura la capacidad de tener sed, es porque existe el agua para satisfacer esa sed; y como cuando crea el hambre, hay alimento que corresponde a ese apetito; así mismo cuando El inclina a los hombres a orar, es porque en la oración hay una correspondiente bendición para ellos!"
Finalmente expresa su Privilegio...
“Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien” (Salmo 12:5-6)
Su confianza reafirmada alegró su corazón, lo cual trajo como resultado que sus labios se gozarán en elevar una canción...
Recordemos: El paso desde una nota lúgubre a un canto de victoria es breve si ponemos nuestra confianza en el Señor...

DIOS CONTAGIA

“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20)
Así como el Salmo 8 fue escrito al meditar en una noche estrellada y el 19 en una mañana soleada, es evidente que el 29 es el resultado de considerar la magnificencia de Dios en una tempestad de truenos, relámpagos y lluvia torrencial...
David expresa en un estilo de antigua poesía hebrea que el impacto que genera ver la Mano de Dios en la Creación debe llevar al ser humano no solo a meditar profundamente en El ,sino también a cambiar su manera de pensar y actuar ante Su Santidad
En primer lugar disponerse a Adorarle...
“Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad” (Salmos 29:1-2)
Los “hijos de los poderosos” son “los hijos de Dios” o los “ángeles”. Algunos autores suponen que David se refiere a los “dioses” de los pueblos vecinos. La idea concreta es que El Señor manifiesta superioridad sobre los seres celestiales y en consecuencia es el Único que merece ser adorado...
Cuando expresa el concepto de “darle” a Dios la “gloria y el poder” no significa que El Señor deba recibir algo que no tiene, sino el reconocimiento de que a El estos atributos le pertenecen.
En 1 Crónicas 16 encontramos que David junto a Asaf y sus hermanos elevaron un canto de gratitud al Señor donde entre otras cosas dice: “Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad” (v29). En ambos pasajes la idea es la belleza del santuario y la comunión de los santos en adoración como expresa el Salmo 133:1 (“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”)
En segundo lugar Admirarle por su accionar maravilloso...
“Voz de Jehová sobre las aguas... Voz de Jehová con potencia; Voz de Jehová con gloria. Voz de Jehová que quebranta los cedros... Voz de Jehová que derrama llamas de fuego... Voz de Jehová que hace temblar el desierto... Voz de Jehová que desgaja las encinas...” (Salmos 29:3-9)
En un salmo relativamente corto el Nombre de Dios se repite 18 veces y las referencias a Su Voz en este contexto son 7. Es decir, la idea que transmite el cántico es que Dios es superior a todos los “dioses” de los pueblos vecinos y su accionar a través de los elementos manifiesta su condición de Supremo sobre todo lo creado...
En tercer lugar Admitir su Soberanía...
“Jehová preside en el diluvio, y se sienta Jehová como rey para siempre. Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz” (Salmos 29:10-11)
La Majestad de Dios manifestada a través de la tormenta es ampliada al pensar en Su Soberanía. Al mencionar el “diluvio” se refiere al evento descripto en Génesis 6 al 9. El Señor tuvo el Control sobre ese suceso y aún hoy continúa presidiendo absolutamente todo lo que acontece en la esfera humana. El sigue hasta el presente en Su Trono como pudo experimentar Isaías en días de duelo y angustia nacional y nada ni nadie lo puede quitar de ese lugar... (“En el año en que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime…” Isaías 6:1)
Recordemos: Entender a Dios nos lleva a reconocerle como El es, y en consecuencia a adorarle en espíritu y en verdad...

DIOS CONDUCE

En cierto momento de su vida David se vio acechado por la tentación de dudar de Dios...
“Y Saúl procuró enclavar a David con la lanza a la pared, pero él se apartó de delante de Saúl, el cual hirió con la lanza en la pared; y David huyó, y escapó aquella noche” (1 Samuel 19:10)
Diferentes personas se acercaron al joven David para infundirle temores y dudas. En ese tiempo escribió el Salmo 11 donde reafirma su declaración de confianza en Dios...
En primer lugar hace conocer su Resolución...
“En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, que escape al monte cual ave?” (Salmo 11:1)
Charles Spurgeon decía: “Cuando Satanás no puede derrotarnos por medio de la presunción ¡Con qué astucia procura nuestra ruina por medio de la desconfianza!”. Por ese motivo, como dijo Richard Gilpin, “En las tentaciones de tribulación y terror no es conveniente discutir la cosa con Satanás”
David expresa su confianza en El Señor similar a la del Salmo 56:3-4
“En el día que temo, yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”
Luego da su Respuesta a quienes pretendían desanimarle...
“Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?” (Salmo 11:2-3)
En referencia a este texto Spurgeon escribió: “Su respuesta a la pregunta: `¿Qué puede hacer el justo?´ sería la contrapregunta `¿Qué es lo que no pueden hacer?´. Cuando la oración pone en movimiento a Dios de nuestro lado, y cuando la fe asegura el cumplimiento de la promesa, ¿qué motivo puede haber para la huida, por crueles y poderosos que sean nuestros enemigos?”
Por ultimo manifiesta las Razones que le dan seguridad...
“Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el Cielo su Trono...” (Salmo 11:4-7)
Esas razones son, no solo valederas, sino fuente de ánimo constante:
Hay un Dios en el Cielo: “está en su santo templo... en el cielo” (v4)
Hay un Dios Soberano: “su trono” (v4)
Hay un Dios Omnisciente: “Sus ojos ven” (v5)
Hay un Dios verdaderamente Justo: “prueba al justo... sobre los malos hará llover calamidades” (v5-6) “Jehová es justo y ama la justicia” (v7)
Recordemos: En los momentos de duda y confusión si elevamos nuestros ojos al Cielo seremos confortados...

DIOS CONFORTA

“Sería preferible que el hombre creyera que él mismo no existe, y que él no es un ser, a que no crea que hay un Dios; porque él puede dejar de ser, y hubo un tiempo en que no era, y será cambiado de lo que es, y en muchos períodos de su vida no sabe lo que es;… pero ninguna de estas cosas pueden ocurrir a Dios, y si este hombre no lo sabe, es un necio” (Joseph Addison)
El Salmo 14 es una referencia al ateísmo práctico y su característica más distintiva es que se repite dos veces ya que el Salmo 53 es idéntico excepto por un par de expresiones...
El necio es descripto a través de:
Su Concepto: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmo 14:1)
Su Conducta: “Se han corrompido, hacen obras abominables... Todos se desviaron...” (Salmo 14:2-3)
Su Comprensión: “¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad... y a Jehová no invocan?” (Salmo 14:4)
Su Consecuencia: “Ellos temblaron de espanto” (Salmo 14:5)
Como dijo John Owen: “El sabio confía en su sabiduría, el rico en sus riquezas; pero para ellos, el confiar en Dios es la mayor necedad del mundo”
A pesar de estas características tan negativas en muchas personas que nos rodean el Salmista manifiesta que Dios conforta porque:
El Considera: “Jehová miró desde los Cielos” (Salmo 14:2)
El Cuida: “Porque Dios está con la generación de los justos” (Salmo 14:5)
El Contenta: “Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel” (Salmo 14:7)
Al comparar la necedad humana con la Grandeza de Dios podemos expresar como el Apóstol:
“Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres” (1 Corintios 1:25)
Recordemos: La necesidad humana muchas veces tiene su origen en la necedad humana...

DIOS CONVIDA

Este salmo no tiene título o dedicatoria que indique la ocasión en que fue escrito, pero es muy probable que su composición junto con la del Salmo 24 estuviera relacionada con el traslado del arca a Jerusalén. En 2 Samuel capítulo 6 se relata ese acontecimiento que terminó con la trágica muerte de Uza quien tocó el Arca de Dios al intentar sostenerla. La pregunta que se hacía David en ese entonces era: “¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?” (2 Samuel 6:9). Por ese motivo se lo puede llamar “El Salmo de la Pregunta”
Encontramos en primer lugar una Pregunta que muestra la urgencia del salmista...
“Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?” (Salmo 15:1)
La idea concreta que quiere expresar David es: “¿Quien es apto para estar en Su Presencia?”
El escritor de Hebreos decía: “Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14), concepto que completaba más adelante diciendo que “nuestro Dios es fuego consumidor” (Hebreos 12:29)
La misma inquietud la encontramos en el Salmo 24:3 donde David exclama: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?”. La Santidad de Dios nos enfrenta con nuestra pecaminosidad y miseria personal...
Ante esta realidad encontramos una Propuesta...
Esta es vivir de una manera:
Decente: “El que anda en integridad y habla verdad en su corazón” (Salmo 15:2)
Dispuesta: “El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo...” (Salmo 15:3)
Diferente: “El que aún jurando en daño suyo, no por eso cambia” (Salmo 15:4)
Desinteresada: “Quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió cohecho” (Salmo 15:5ª)
Al procurar encarar la vida de esta manera es posible tener una nueva Proyección...
“El que hace estas cosas no resbalará jamás” (Salmo 15:5b)
Es interesante comparar el Salmo 15 con 2 Pedro 1:5-8
“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo”
Partiendo de una fe genuina se puede establecer un patrón de vida diferente que es la consecuencia de confiar en Dios… es en ese punto donde podemos estar en la Presencia de Dios confiados en Su Gracia y Amor para con nosotros...
“Así que,... teniendo libertad para entrar al lugar santísimo por la sangre de Jesucristo... acerquémonos con corazón sincero...” (Hebreos 10:19-22)
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la Gracia, para alcanzar misericordia y hallar Gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16)
Recordemos: La respuesta a la pregunta de David se halla en la cruz del Calvario, porque por medio de ella tenemos libre acceso a la Presencia de Dios...
DECH

DIOS CONTIENE

Entre los escritos del Antiguo Testamento se encuentra un Salmo que Ainsworth llama “Joya de David o Cántico notable”.
El Salmo 16 es citado por Pedro y Pablo para atribuir parte de su contenido al Señor Jesucristo y Su Resurrección (Hechos 2:25; 13:35-38). En un sentido en él encontramos expresiones que pueden referirse de manera profética a Nuestro Señor.
Este Salmo es llamado “Mictam de David” cuyo significado es incierto, pues parece derivarse de un verbo que significa “cubrir” y podría indicar salmos que tratan sobre la protección contra los enemigos o para ser recitados con la boca cubierta.
David exclama en su cántico sobre la Protección de Dios...
“Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado… No hay para mí bien fuera de ti...” (Salmo 16:1-3)
La expresión con que comienza el Salmo es significativa. El salmista se presenta como si fuera “volando” hacia Dios en busca de su protección. Una idea similar a la que encontramos en el Salmo 91:1 (“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”)
Su confianza inicial redunda en calma espiritual (“No hay para mi bien fuera de ti”) la cual se manifiesta en complacencia respecto a Dios y su entorno personal (Salmo 16:1-3)
A continuación David manifiesta su satisfacción por la Porción que le ha tocado...
“Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa… Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos y es hermosa la heredad que me ha tocado” (Salmos 16:4-6)
Contrastando sus bendiciones con los dolores que esperan a los paganos, el salmista considera que su heredad no puede compararse con nada. Es como si un agrimensor hubiera repartido la tierra usando unas cuerdas para delimitar las porciones de terreno y David fuera beneficiado con el lugar más codiciado…
Por causa de todo ello él expresa su Plenitud espiritual...
“Bendeciré a Jehová que me aconseja... A Jehová he puesto siempre delante de mí... Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma... Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Salmo 16:8-11)
Charles Spurgeon en referencia a este pasaje cita a otro autor quien escribió: “Aquí se dice cuanto se puede decir, pero las palabras son demasiado débiles para expresarlo. Como calidad hay los placeres y gozo del Cielo; como cantidad hay plenitud, una corriente en la que beber sin cese o saciedad; como constancia está la diestra de Dios, el cual es más fuerte que todos, y nadie puede arrebatarnos de Su Mano; es una felicidad constante, sin interrupción; y como perpetuidad, es para siempre. Los goces del Cielo son sin medida, mezcla o término”
Por estos motivos podemos recordar las palabras del Señor Jesucristo y afirmar nuestro corazón en las adversidades de la vida:
“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32)
Recordemos: La plenitud no se encuentra en la vanidad de la vida sino en la Presencia de Dios...

DIOS CONTENTA

“David y su gente estaban en el desierto de Maón… Y se fue Saúl a buscarlo; pero fue dado aviso a David, y descendió a la peña, y se quedó en el desierto de Maón. Cuando Saúl oyó esto, siguió a David al desierto... y se daba prisa David para escapar de Saúl” (1 Samuel 23:24-26)
Los tiempos eran difíciles para David pues se hallaba bajo la opresión de sus enemigos y en medio de gran peligro, por ese motivo dirige su oración a Dios...
Primeramente asume haber pasado la Prueba de su corazón...
“Oye, oh Jehová, una causa justa... Ti has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste...” (Salmo 17:1-4)
Ante el dolor y la preocupación es bueno examinar nuestra conciencia para evaluar nuestra responsabilidad personal en aquello que pueda estar sucediéndonos. David entendía que su accionar delante de Dios era correcto por eso clamaba: “De tu presencia proceda mi vindicación; vean tus ojos mis rectitud” (Salmo 17:2)
“David deseaba, en todo sentido, afinar sus labios a la música dulce y sencilla de la verdad. Sin embargo, David fue calumniado, como para mostrarnos que la inocencia más pura puede ser enlodada por la malicia. No hay sol sin sombra, ni fruto maduro al que no picoteen los pájaros” (Charles Spurgeon)
Luego pide la Protección de Dios...
“Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen... Guárdame como a la niña de tus ojos...” (Salmo 17:5-9)
Alguien afirmó enfáticamente: “Los que confían en Dios tendrán muchos enemigos, pero tienen un Amigo que puede más que todos los enemigos; uno con Dios es siempre mayoría”
Platón dijo a uno de sus discípulos: “Cuando los hombres hablen mal de ti, vive de modo que nadie les crea”
También se refiere al Proceso con que lo persiguen sus enemigos...
“Con su boca hablan arrogantemente. Han cercado nuestros pasos; tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra. Son como el león que desea hacer presa…” (Salmo 17:10-14)
Los hombres pueden tener estrategias para atacar a los santos, pero los hijos de Dios sabemos que: “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino... contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. ¿Qué debemos hacer en ese caso? “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:12-13)
Finalmente reconoce una Proyección dada por Dios para su vida que no depende de lo que pretendan hacerle los hombres...
“En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza” (Salmo 17:15)
“Los hombres buenos tienen aquí abajo vistas de la gloria para calmar su hambre sagrada, pero el pleno banquete les aguarda en los Cielos. Frente a esta plenitud de deleite profundo, inefable, eterno, los goces mundanos son como la luciérnaga comparada con el sol, o un cubo de agua con el océano” (Charles Spurgeon)
Recordemos: Ante la visión de lo Eterno no hay nada pasajero que sea lo suficientemente importante como para darnos ansiedad o amargura...

DIOS CONQUISTA

“Habló David las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl” (2 Samuel 22:1)
Los días de angustia y preocupación habían quedado atrás para David; sin enemigos a la vista el podía disfrutar de paz y sosiego, cosas a las que no estaba acostumbrado por causa de una vida envuelta en diversas batallas. En ese tiempo donde el salmista alaba a Dios por todo lo que El da...
Primeramente recuerda Su Voluntad dispuesta para bendecirlo...
“Te amo, oh Jehová, fortaleza mía... Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio...” (Salmos 18:1-3)
“David se complacía más en que Dios fuera su fortaleza que en que le diera a él fortaleza; en que Dios fuera su liberador que en ser liberado; en que Dios fuera su escudo, su cuerno, su torre alta, que en recibir el efecto de todos ellos. Lo que le complacía de veras a David y complace a todos los santos es que Dios sea su salvación, más que el hecho de que los salve: los santos miran más a Dios que lo que es de Dios” (Joseph Caryl)
Luego recuerda que Dios guardó su Vida en momentos de peligro...
“Me rodearon ligaduras de muerte... me tendieron lazos de muerte. En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo... Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas... Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí” (Salmos 18:4-19)
La gran pregunta que podía hacer David es la nuestra también: ¿Por qué se agradó Dios de mí?... No tenemos respuesta excepto recordar que Juan escribía: “Nosotros le amamos a El, porque El nos amó primero” (1 Juan 4:19). Lo que podemos afirmar es que ese Amor sin causa es la causa de todas las bendiciones que disfrutamos...
Mas adelante considera que Dios ha premiado su Virtud...
“Jehová me ha premiado conforme a mi justicia… Porque yo he guardado los caminos de Jehová... Por lo cual me ha recompensado Jehová... Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas...” (Salmos 18:20-29)
Charles Spurgeon escribió sobre este pasaje: “Dios primero nos da la santidad y luego nos recompensa por ella. Al premiado le concede la flor del concurso, pero el hortelano la ha cultivado; el niño gana el premio en la escuela, pero el honor real de su enseñanza se halla en el maestro, aunque en vez de recibirlo es el que da el premio”
También descubre que el Valor proviene de Dios...
“Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino... me ceñiste de fuerzas para la pelea...” (Salmos 18:30-42)
El poder que disfrutaba David nacía en la seguridad y confianza dada por Dios...
Por último proclama que Dios es el Dador de la Victoria...
“Viva Jehová, y bendita sea mi roca, y enaltecido sea el Dios de mi salvación...” (Salmos 18:43-50)
Nosotros no servimos a ningún Dios inanimado, imaginario o moribundo, sino al único que tiene inmortalidad y victoria final...
Recordemos: Es Dios y solo Dios...

DIOS COMUNICA

“El que mira el firmamento y luego se hace llamar ateo, se muestra como un necio o un mentiroso” (Charles Spurgeon)
En el Salmo 19 descubrimos que Dios escribió dos libros para instrucción y edificación de los hombres. El primero es el Libro de la Creación donde podemos leer sobre el Poder y la Deidad del Creador, mientras que el segundo es el Libro de la Revelación o las Escrituras donde nos da a conocer Su Voluntad...
En primer lugar David nos muestra lo Visible...
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos... Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremos del mundo sus palabras...” (Salmos 19:1-6)
Como acertadamente lo expresó Augusto Tholuck: “Aunque todos los predicadores de la tierra callaran, y toda boca humana cesara de publicar la gloria de Dios, los cielos arriba nunca cesarian de declarar y proclamar su majestad y gloria”
Teniendo en cuenta esto el Apóstol Pablo escribió a los Romanos:
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20)
Luego enfatiza lo Valioso...
“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma... Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado...” (Salmos 19:7-10)
La Palabra revelada de Dios tiene características inigualables al compararla con cualquier otro escrito... David nos brinda seis aspectos que la hacen especial y diferente…
Es Perfecta: (v7a) Es decir libre de toda corrupción y útil para “convertir” o “restaurar” el alma...
Es Precisa: (v7b) Es decir, confiable, una base segura para la esperanza. Hasta el más “sencillo” o “humilde” puede ser “sabio” por medio de ella...
Es Palpable: (v8a) Es decir, de acuerdo a las normas y principios del bien y el mal. Esa rectitud “alegra al corazón” porque en ella hay gozo permanente...
Es Pura: (v8b) Es decir, como luz sin mezcla de tinieblas. Por ese motivo “alumbra los ojos” a través de la obra del Espíritu Santo en el lector...
Es Permanente: (v9a) Es decir, genera un respeto basado en su limpieza y pureza, eso la transforma en incorruptible por eso “permanece para siempre”...
Es Perpetua: (v9b) Es decir, se ajusta siempre a la Verdad (“Tu Palabra es Verdad” Juan 17:17). Esa es la razón por la cual los juicios de Dios son “todos justos”...
Por último enfatiza lo Virtuoso...
“Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón... Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón...” (Salmos 19:11-14)
La exposición del alma a las Verdades de Dios genera en el hombre conciencia de sus propias fallas y le motiva a vivir en integridad...
Recordemos: Su Palabra es Viva y verdaderamente Eficaz...

DIOS CUMPLE

“Las tribulaciones rugen como el trueno, pero la voz del creyente puede ser oída por encima de la tempestad” (Charles Spurgeon)
David compuso un salmo que tenía como propósito recordar al rey y presentarlo en oración delante de Dios. En un sentido tiene un paralelo con las palabras de Pablo en 1 Timoteo 2:1-4...
“Exhorto ante todo que se hagan… oraciones... por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia... Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador...”
El Salmo 20 es un “Cable al Cielo” que el mismo David elevaba para ayudarle a enfrentar las dificultades propias de la administración pública...
Allí encontramos primeramente un Pedido...
“Jehová te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda...” (Salmos 20:1-5)
El rey es presentado delante del Señor y el anhelo de este cántico se expresa por medio de diferentes verbos...
“Jehová te oiga... te defienda... te envíe ayuda... te sostenga... haga memoria... acepte... te dé... cumpla...”
Spurgeon escribió en alguna ocasión que la oración es “el delgado nervio que mueve los músculos de la omnipotencia”. David sabía perfectamente esto y esperaba que su pueblo le acompañara en su servicio demandando acciones concretas del Cielo a su favor...
“Aquí vemos la naturaleza de la verdadera fe, que hace que busquemos nuestra ayuda en el Cielo, y por ello oremos pidiéndola cuando no hay nadie alrededor visible en la tierra” (Nicolas Bownd)
Luego nos manifiesta su Plenitud...
“Ahora conozco que Jehová salvará a su ungido... con la potencia salvadora de su diestra. Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; más nosotros del nombre de Jehová tendremos memoria... nosotros nos levantamos, y estamos en pie” (Salmos 20:6-8)
En los días de David un carro armado con unas especies de guadañas eran la máquina de guerra más temida, pero el Pueblo de Dios ponía su confianza no en los elementos humanos sino en el Poder del Señor...
“El caballo se alista para el día de la batalla; más Jehová es el que da la victoria” (Proverbios 21:31)
Aún un guerrero como David comprendía que nada vale en poner la esperanza en las capacidades humanas para la batalla si Dios no está de su lado. Por ese motivo aseguraba que por hacer “memoria” de Dios “nos levantamos y estamos en pie”
Por último recuerda el Provecho que trae al pueblo el presentar a su rey delante de Dios...
“Salva, Jehová; que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos” (Salmos 20:9)
El contexto de este pasaje indica que el Rey que debe responder cuando es invocado es El Señor quien es “Rey de Reyes y Señor de Señores”. Le costó mucho dolor a Nabucodonosor comprender que “el cielo gobierna” (Daniel 4:26), pero finalmente pudo expresar: “Ahora yo… engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia” (Daniel 4:37)
Recordemos: Lo mejor que podemos hacer por los gobiernos humanos es presentarlos ante el Gobierno del Cielo...

DIOS CONCEDE

“Si pedimos un beneficio y lo recibimos, antes de que se ponga el sol hemos de alabar a Dios por esta misericordia, o bien merecemos que se nos niegue la próxima vez” (Charles Spurgeon)
David escribió el Salmo 21 como un cántico triunfante, de tal manera que algunos comentaristas los llaman “La Oda Triunfal del Rey”.
Primeramente expresa un gran Entusiasmo...
“El rey se alegra en tu poder, oh Jehová; y en tu salvación, ¡cómo se goza!... Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien... Grande es su gloria en tu salvación… Lo llenaste de alegría con tu presencia...” (Salmos 21:1-7)
¿Cuáles son las razones por las cuales David manifiesta este entusiasmo?... Sencillamente porque pudo disfrutar diferentes aspectos de Dios...
Su Poder – “El rey se alegra en tu poder...” (Salmos 21:1a)
Su Protección – “Y en tu salvación, ¡como se goza!... Grande es su gloria en tu salvación...” (Salmos 21:1b, 5)
Su Presencia – “Le has concedido el deseo de su corazón... Lo llenaste de alegría con tu presencia” (Salmos 21:2, 6)
Su Prioridad – “Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien...” (Salmos 21:3)
Su Proceder – “Vida te demandó y se la diste… lo has bendecido para siempre... en la misericordia del Altísimo, no será conmovido” (Salmos 21:4, 6ª, 7)
Dios no manifiesta meramente su Poder, sino que lo hace para cumplir propósitos específicos manifestados a través de su “salvación”, “presencia”, “bendiciones” y “misericordia”. Todas estas expresiones de la Deidad llenaban el corazón de David y le daban razones concretas para alabar al Señor...
Luego explica cual es el destino de sus Enemigos...
“Alcanzará tu mano a todos tus enemigos... Jehová los deshará en su ira, y fuego los consumirá... Porque intentaron el mal contra ti... Pues tú los pondrás en fuga...” (Salmos 21:8-12)
Cuando Saulo de Tarso perseguía a los cristianos no sabía que estaba yendo contra el mismo Señor. En el camino a Damasco recibió una dura revelación: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hechos 9:4). Si sufrimos por la causa de Cristo necesitamos saber que quienes nos hacen sufrir no son nuestros enemigos sino del Señor, por ese motivo el salmista decía “intentaron el mal contra Ti”. En ese caso el mismo Señor se hace cargo de nuestra vindicación y el castigo para quien lo merezca...
“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:19)
Por el último eleva una palabra de Exaltación al Señor...
“Engrandécete, oh Jehová, en tu poder; cantaremos y alabaremos tu poderío” (Salmos 21:13)
La confianza de que Dios nos librará de nuestros enemigos nos lleva a esperar en su Poder y alabarle por su Grandeza. Dios no necesita que le animemos a mostrar Su Poder porque es Todopoderoso, pero no hay duda que merece nuestra alabanza por Sus Atributos...
Recordemos: El Poder de Dios se manifiesta de diversas maneras en milagros cotidianos...

DIOS CONSUMA

El Salmo 22 lleva el curioso título “Ajelet Sahar” que significa “Ciervo Matutino”. La razón es porque es presentado el Mesías de Israel como un ciervo hermoso que asustado sufre ante los cazadores...
Como escribió Spurgeon: “Es la fotografía de las horas más tristes de la vida de Nuestro Señor, el testimonio de sus palabras al morir, el vaso que recoge sus últimas lágrimas, el recordatorio de sus gozos al expirar”
Es en este Salmo donde podemos ver claramente a Jesucristo sufriendo los horrores de la hora final, y en él se nos presentan diversos aspectos de Su Sufrimiento...
Primeramente está Desamparado...
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?...” (Salmos 22:1-2)
Las palabras de Cristo en el Calvario tienen una sola respuesta: Momentáneamente el Padre le desamparó para poder ampararnos a nosotros pecadores...
En un paréntesis muestra a Dios el Padre como Diferente...
“Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel...” (Salmos 22:3-5)
Un Dios Santo no permite la el pecado delante de Su Presencia... Lo impactante es meditar que: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” (2 Corintios 5:21)
A continuación le vemos Despreciado...
“Mas yo soy gusano, y no hombre, oprobio de los hombres y despreciado del pueblo...” (Salmos 22:6-11)
Como dice Isaías, aquí también encontramos al Mesías “despreciado y desechado entre los hombres...” (Isaías 53:3)
Más adelante le vemos Desvalido y Dolorido...
“Me han rodeado muchos toros...” (Salmos 22:12-13)
“He sido derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron...” (Salmos 22:14-15)
Lo podemos encontrar también Debilitado por causa de los dolores de la cruz...
“Horadaron mis manos y mis pies, contar puedo todos mis huesos...” (Salmos 22:16-18)
Pero a pesar de todo es Dependiente y se manifiesta Dispuesto a dar la Honra a Dios el Padre...
“Mas tú, Jehová no te alejes... Anunciaré tu nombre a mis hermanos... Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido...” (Salmos 22:19-24)
“De ti será mi alabanza en la gran congregación… Porque de Jehová es el reino, y él regirá las naciones...” (Salmos 22:25-31)
Al completar la Obra pudo exclamar una nota de victoria: “¡Consumado es!” (Juan 19:30)
Recordemos: La cruz no es un licencia poética sino un dolor verdadero que debió sufrir Nuestro Salvador...

DIOS CUSTODIA

Refiriéndose al Salmo 23, Charles Spurgeon escribió: “Se ha dicho que lo que es el ruiseñor entre los pájaros lo es esta oda entre los Salmos, porque ha sonado dulcemente en el oído de muchos afligidos en la noche de su llanto y les ha traido esperanza de una mañana de gozo”.
Este es otro escrito de David atribuido al tiempo en que Absalón, su propio hijo, se rebeló contra él y tomó el trono de Israel. En ese período de oscuridad y amargura seguramente recordó sus días de pastor y asoció el cuidado de Dios con el que solía brindar a su propio rebaño...
Primeramente nos presenta al Señor como nuestro Protector...
“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar. Junto a aguas de reposo me pastoreará” (Salmos 23:1-2)
Ray Stedman escribió sobre la siguiente reflexión sobre este pasaje: “Si el Señor va a ser nuestro pastor, entonces tendremos que empezar reconociendo que somos ovejas. Esta analogía no me gusta, porque no me gustan las ovejas... las ovejas no entran en la discusión: son los animales más estúpidos que hay sobre la tierra. Son tontas, tímidas, indefensas y desvalidas... no saben ni como guarecerse de la lluvia... Dios me dice que yo soy una de ellas. Eso hiere mis sentimientos, pero si soy sincero conmigo mismo, sé que es verdad...” Podemos agregar que por ese motivo necesitamos un Pastor que nos custodie en medio de nuestras incapacidades...
Luego nos explica Su Propósito...
“Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (Salmos 23:3)
Hay algo que ninguna persona sobre la tierra puede hacer y esto es confortar el alma humana... No hay maestro con enseñanzas, ni médico con medicinas, tampoco banquero con dinero que pueda dar paz a un alma atribulada... Solo el Señor como Pastor es capaz llevar consuelo donde solo hay interrogantes...
“Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan” (Isaías 58:11)
Más adelante nos afirma con la seguridad de Su Presencia...
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Salmos 23:4)
Aún en la hora más extrema David comprendía la importancia de la Presencia de Dios como medio para encontrar paz y seguridad en la tormenta. ¿Qué es lo peor que nos puede pasar? Pablo asociándose con David decía: “...estoy seguro de que ni la muerte... nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38-39)
Por último nos anima al recordarnos Su Provisión...
“Aderezas mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmos 23:5-6)
A pesar de la presencia intimidatoria de crueles enemigos David sabía que Dios cuidadosamente estaba obrando detrás de la escena como el siervo que prepara la mesa. Por ese motivo tenía la seguridad que solo puede dar la Provisión de la Mano de Dios...
Recordemos: Para una oveja desvalida lo mejor es un Buen Pastor porque sin Él está irremediablemente perdida...

DIOS CELEBRA

Los Salmos 22, 23 y 24 nos brindan una semblanza del Señor Jesucristo como Mesías de Israel en tres tiempos históricos: Pasado, Presente y Porvenir. En el Salmo 22 se presenta al Mesías sufriendo los horrores de la cruz, lo cual es un hecho del pasado; el 23 lo muestra como un Pastor guardando a su rebaño, lo que El Señor hace en el presente por cada uno de los que creemos en El, y el 24 es por excelencia el Salmo del Rey manifestado en Su Gloria lo cual sucederá en Su Segunda Venida...
Este cántico fue escrito para ser entonado en los días en que el Arca del Pacto fue trasladada desde la casa de Obed Edom a su lugar en el Monte de Sion.
Primeramente nos manifiesta a Dios en Su Plenitud...
“De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan. Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos” (Salmos 24:1-2)
Charles Spurgeon dijo sobre este pasaje: “El hombre vive sobre la tierra y divide su suelo entre sus reyes y autócratas, pero la tierra no es del hombre; él no es sino un ocupante, uno que la arrienda en forma precaria y que puede ser desahuciado en cualquier momento. El gran terrateniente y verdadero propietario tiene su asiento por encima de las nubes y se ríe de las escrituras y títulos de venta de los gusanos del polvo”
Dios es el Verdadero Propietario de todo lo que nos rodea… este es una perspectiva atemorizante para algunos pero profundamente liberadora para los que creen en El...
Por causa de ello nos demanda una vida de Pureza...
“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?... Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob” (Salmos 24:3-6)
El “ser” siempre precede y afecta el “hacer” aunque muchas veces somos motivados mas por los hechos que por la integridad del corazón. ¿Qué sucede con el íntegro?... la Promesa de Dios es definitiva: “El recibirá la bendición de Jehová” (Salmos 24:5)
“La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” (Proverbios 10:22)
En último lugar enfatiza el Poder del Rey...
“Alzad, oh puertas, vuestras cabezas... Y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla...” (Salmos 24:7-10)
Cuando el Señor Jesucristo entró en Jerusalén dice Mateo que “toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es este? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea” (Mateo 21:10-11); pero cuando El regrese otra vez en Gloria, ante la pregunta “¿Quién es este?” la contundente respuesta será: “Jehová de los Ejércitos, El es el Rey de Gloria” (Salmos 24:10)
“Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES” (Apocalipsis 19:16)
Patrick Delany dijo sobre el Salmo 24: “No sé lo que otros piensan sobre este punto, ni pretendo describirlo, pero por mi parte no creo que nadie haya oído ni visto algo tan grande, tan solemne y tan celestial a este lado de las puertas del Cielo”
Recordemos: El que vino para sufrir un día volverá para reinar...

DIOS CONFIRMA

“Una persona con integridad no divide su lealtad (eso es duplicidad), ni finge ser de otra manera (eso es hipocresía). La gente con integridad es gente completa; puede identificarse por tener una sola manera de pensar. Las personas con integridad no tienen nada que esconder ni nada que temer. Sus vidas son libros abiertos” (John Maxwell)
Cuando Is-boset, el hijo de Saúl que podía reclamar el trono, fue asesinado por Recab y Baana, seguramente algunas personas pudieron suponer que David estaba detrás de ese hecho para eliminar competidores. Fue en ese tiempo que escribió el Salmo 26 donde expresa su “Declaración de Integridad”...
En primer lugar se somete a una Prueba personal...
“Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; he confiado asimismo en Jehová sin titubear. Escudríñame, oh Jehová y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón...” (Salmos 26:1-3)
Lo que expresa David es que él tenía la integridad como principio, y andaba en ella como práctica. No es suficiente declamar un buen andar, sino que es necesario vivir en consecuencia...
“Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?” (Proverbios 20:6)
En base a este estilo de vida él estaba dispuesto a pasar por una prueba de carácter; un examen de alto grado ya que el Examinador es nada menos que el mismo Dios, ante Quien no hay cosa oculta...
Luego manifiesta una Proclamación de integridad...
“No me he sentado con los hombres hipócritas... Aborrecí la reunión de los malignos... Lavaré en inocencia mis manos, y así andaré alrededor de tu altar... para contar todas tus maravillas...” (Salmos 26:4-7)
La conducta expresada en el cuidado a la hora de elegir relaciones amistosas era una manifestación esencial de integridad para David. El Salmo 1 dice: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado” (Salmos 1:1), lo que pone en claro que para Dios las buenas amistades marcan la diferencia...
Más adelante eleva una Petición a Dios...
“Jehová, la habitación de tu casa he amado… No arrebates con los pecadores mi alma, ni mi vida con hombres sanguinarios...” (Salmos 26:8-10)
Considerando su deseo de vivir en integridad, David entiende que Dios debe guardarlo del castigo destinado a los malos. Su oración estaba basada en su limpia conciencia...
Por último deja expresado su Propósito de vida...
“Mas yo andaré en mi integridad; redímeme, y ten misericordia de mí. Mi pie ha estado en rectitud; en las congregaciones bendeciré a Jehová” (Salmos 26:11-12)
Es toda una declaración de propósito la que David hace al decir: “Mas yo andaré en integridad”. Ante una sociedad sin valores ni principios el hijo de Dios puede expresar sencillamente “trataré de hacer una diferencia”...
Recordemos: Vivir en integridad puede parecer una inversión costosa pero es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos...

DIOS CAPACITA

“La marca de un verdadero santo es que sus aflicciones le recuerdan sus propios pecados, y su pena por el pecado le lleva a Dios” (Charles Spurgeon)
En los últimos días de su vida, David escribió algunos Salmos donde manifiesta el dolor que les causan sus enemigos pero al mismo tiempo reflexiona sobre los pecados de su juventud. Algunos de estos son llamados “Salmos Penitenciales” donde se vislumbra el corazón de un hombre “conforme al corazón de Dios”
En el Salmo 25 encontramos a David de rodillas elevando su voz a Dios y le vemos por un lado rogando misericordia mientras por otro, con toda humildad, lamenta su propia miseria...
Comienza con una Declaración de Confianza...
“A ti, oh Jehová, levantaré mi alma. Dios mío, en ti confío... Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido...” (Salmos 25:1-3)
Posiblemente este Salmo también tenga su origen en la rebelión de Absalón, el mismo hijo de David que usurpó su trono… Esos fueron días de gran angustia para el salmista ya que en su huida de Jerusalén “subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos…” (2 Samuel 15:30). De esa época quedan expresiones de confianza tan profundas como: “Dios mío, en ti confío” o “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo” (Salmos 55:22)
Luego espera que Dios le muestre su Camino...
“Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad...” (Salmos 25:4-5)
El Camino de Dios es Dios mismo... estar en comunión con El nos garantiza un transitar sobre terreno firme aún en medio de las pruebas...
Más adelante destaca las Cualidades de Dios...
“Acuérdate, oh Jehová de tus piedades y de tus misericordias... Por tu bondad, oh Jehová” (Salmos 25:6-8)
David apela a las cualidades inigualables de Dios esperando recibir un trato conforme al Corazón de Dios. Menciona “tus piedades”, “tus misericordias” y “tu bondad” sabiendo que la Gracia y el Perdón no son el fruto de nuestras capacidades sino que vienen inmerecidamente de Dios...
También expresa el secreto de la Comunión con Dios...
“Bueno y recto es Jehová... ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger... La comunión íntima de Jehová es con los que le temen...” (Salmos 25:9-15)
Temer a Dios es el principio de la Sabiduría y el mejor camino para conocerle en profundidad...
Finalmente, eleva sus Cargas delante de Dios...
“Mírame y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido...” (Salmos 25:16-22)
Como mencionó las cualidades de Dios, ahora hace lo propio con sus necesidades: “las angustias de mi corazón”, “mis congojas”, “mi aflicción”, “mis pecados”, “mis enemigos”, “mi alma”. Todo es puesto en las Manos de Aquel que tiene Gracia suficiente para cada prueba que nos toque atravesar en la vida
Recordemos: “Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino...”